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A continuación planteo un cuento de elaboración propia que puede ser muy útil para trabajar con los niños y niñas los diferentes países, sus monumentos como su fauna. Además, permite fomentar en el aula el espíritu de superación, que nada de lo que uno se plantee es imposible a pesar de lo que digan los demás.

Había una vez un ratoncillo llamado Peter, este era muy aventurero y le encantaba descubrir nuevos lugares y vivir nuevas experiencias. Cada día que comenzaba era una verdadera aventura para él. Peter vivía en el tronco de un árbol del parque García Sanabria de Santa Cruz de Tenerife. Allí tenía un montón de amigos, el pato Federico, la paloma Blanquipluma y el lagarto Comodoro. Ellos conocían todos los rincones y recovecos del parque. Así que un día, Peter, les dijo a sus compañeros que era hora de salir del parque y de viajar por el mundo y les pregunto que quien de ellos estaría dispuesto a acompañarlo. Federico, Blanquipluma y Comodoro se rieron de él un rato muy grande, a continuación le dijeron todos a un tiempo, “¡estás loco, solo eres un ratón, según salgas del parque te mataran!”. Peter se tomó muy mal la reacción de sus amigos y les dijo: “Pues yo voy a visitar Europa”. Al día siguiente, recogió sus cosas, salió de su casa y se aventuró hacia la salida del parque, sus amigos, incrédulos, pensaron que no lo volverían a ver. Peter se dirigió al puerto de la Capital tinerfeña, allí logro colarse en un ferry con destino a Cádiz, este sería el comienzo de su gran aventura.
Varios días después llegó a Cádiz, bajo del barco y miró a su alrededor y pensó, “en que lio me he metido, con lo bien que yo estaba en mi árbol”. Empezó a caminar, pero no se dio cuenta de que se dirigía hacia una carretera, los coches pasaban como avionetas, no había forma de cruzarla. Fue entonces, cuando de debajo de un contenedor de basura apareció otro ratón, que le dijo:
-Yo soy el ratón Esteban, ¿Quién eres tú?, tú no eres de aquí.
Peter le contestó:
-“No yo soy de Tenerife y voy a visitar Europa, ¿quieres acompañarme?
Al principio el ratón vacilo, pero pronto le dijo que sí, ya que estaba cansado de tanta monotonía. Así que Peter y Esteban, prosiguieron con su viaje. Esteban al conocer la zona guio a Peter para cruzar la carretera y juntos fueron hasta la estación de autobuses. Una vez allí se lograron colar en el maletero de una guagua, tras varias horas de viaje bajaron en una estación, no sabían dónde se encontraban pero pronto Peter miró a lo lejos y vio cómo se erguía de una manera majestuosa un gran campanario, era la giralda de Sevilla, ¡estaban en Sevilla! Peter y Esteban comenzaron a callejear por la ciudad, había gente por todos lados y con un acento un poco extraño. Estaba empezando a anochecer y los dos ratoncillos estaban solos en medio de la gran manzana. No encontraban un lugar adecuado para pasar la noche, al cabo de un rato localizaron un pequeño agujero situado a los mismísimos pies de la Catedral, entraron y dentro de él encontraron una habitación enorme llena de ratones que bebían y bailaban sin parar. Peter y Esteban se extrañaron un montón, un ratón regordete, con una gorra y un chaleco se acercó a ellos y les dijo:
¿Quiénes son ustedes? ¿Sois nuevos en la ciudad?, yo soy chachirati y esta es mi fiesta.
Peter y Esteban contestaron:
-Nosotros somos Peter de Tenerife y Esteban de Cádiz y vamos a recorrer Europa, pero no tenemos donde pasar la noche.
Chachirati dijo:
-No os preocupéis podéis quedaros aquí, no puedo negarle un techo a unos ratones tan valientes como ustedes.
Al amanecer los dos amigos se despidieron de Chachirati y prosiguieron su viaje. Fueron directos a la estación de trenes de la ciudad, siguiendo un plano que le proporciono Chachirati, una vez allí cogieron un tren con destino Francia, ¡iban a salir de España! La entrada al ferrocarril no fue fácil, pero lograron colarse en la maleta de un viajero y a bordo. El viaje duró bastantes horas, por las ventanas veían todo tipo de paisajes y animales, como vacas, toros o cabras. Pronto anocheció y nuestros amigos se durmieron.
Cuando Peter y Esteban despertaron se dieron cuenta de que el tren ya se había detenido, ¡ya estaban en Francia! Bajaron de la misma forma en la que subieron, en la maleta de un viajero, miraron a su alrededor y vieron la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y los Parques Elisios. Tras un paseo por la ciudad, llegaron a un callejón oscuro y vieron como un camarero arrojaba un gran pedazo de queso roqueford en el contenedor de basura. Nuestros amigos tenían mucha hambre y se arrojaron como lobos a por el apetitoso cacho de queso con el que se dieron un gran festín. A continuación, Peter y Esteban ven como un camión lleno de paja se acerca, suben se acomodan en ella y se duermen. Mientras pasan la noche el camión avanza sin que ellos se den cuenta. A la mañana siguiente cuando Peter y Esteban despiertan escuchan el sonido del mar de fondo, extrañados, miran a su alrededor y ven que están en la costa, al frente ven  tierra. Es entonces cuando aparece un pájaro que dice:
-          Sois nuevos en este lugar, yo soy Mathie ¿Quiénes son ustedes?
-          Nosotros somos Peter y Esteban de España y estamos recorriendo Europa ¿Dónde estamos ahora?
-          Os encontráis frente al canal de la Mancha, enfrente se encuentra Gran Bretaña.
Nuestros amigos contestan entusiasmados
-          ¡Bravo! Ahora iremos a Inglaterra.
Mathie dice:
-          Si queréis os puedo acompañar.
-          Vale será un placer, ya somos tres en nuestro viaje.
Al cabo de un rato suben en un barco, y seguidamente, se cuelan en una camioneta con destino Londres. Unas horas después, llegan a la ciudad, bajan y notan un rugido notable de sus tripas, ¡tienen un hambre inmensa! Así que se dirigen a buscar comida, ven una ventana entreabierta, se asoman, y ven una apetitosa empanadilla, se deciden a entrar y comienzan, Peter, Esteban y Mathie, a mordisquear el suculento manjar. Es entonces, cuando ven una sombra grande, gorda y negra acercarse a la cocina, y todos gritan a un tiempo.
-          ¡es un terrible gato!, ¡corred!
Peter, Esteban y Mathie salen disparados por la ventana, el gato los persigue hasta que se queda sin aliento.
Con el susto todavía en el cuerpo, caminan lentamente por las calles londinenses, a sus lados ven los famosos monumentos del Big Ben, el buckingham palace y el London eye. Entretenidos mirando los espectaculares edificios no se dieron cuenta de que el gato los había vuelto a encontrar, tocaba correr otra vez. En su desenfrenada huida, subieron por una cuerda que daba a una gran cesta, ¡era un globo! Que despegó y comenzó un vuelo sin un destino conocido.
Ya se habían librado del gato, pero no sabían cuál iba a ser su destino. Al cabo de varias horas debajo de sus pies solo veían agua y más agua y además tenía pinta de estar muy fría. Esteban, pronto se daría cuenta de que el globo se precipita al vació, ¡el gas se había acabado! Peter, Esteban y Mathie se asustaron mucho, tenía mucha pinta de ser el final de su aventura. La cesta toco el agua y se comenzó a hundir, nuestros amigos empezaron a sentir la fría agua en sus cuerpos. Cuando no veían escapatoria, una gran masa negra se les acercó y les dijó:
-          ¿Qué hacéis en el medio del mar? Solo sois unos ratones y un pájaro.
Peter contestó:
-          Nuestro globo se ha caído al mar y se ha hundido
La masa negra contesta:
-          Yo os puedo salvar, subid a mi lomo, os llevaré a tierra firme.
-          Gracias, nos vas a salvar la vida
-          Soy una ballena y mi nombre es Inga.
-          Nosotros somos Peter y Esteban de España y Mathie de Francia,  estamos recorriendo Europa.
El tiempo transcurrió rápidamente, ya podían ver la costa de Noruega, Inga no podía llegar hasta la misma orilla, así que se le ocurrió lanzar a sus amigos terrestres por el orificio nasal. Peter, Esteban y Mathie se colocaron en el agujero y la ballena expulso el agua y salieron disparados hacia tierra firme, ¡chico golpe se metieron al caer!
Una vez en territorio noruego, observaron como un animal muy grande, blanco y peludo, se acercaba a ellos y les dijo:
-          Bienvenidos, gente de bien.  ¿cuál es vuestro origen? Yo el oso polar Erik
-          Nosotros somos Peter, Esteban y Mathie que estamos recorriendo Europa
-          Os veo cansados, si queréis podéis venir a mi morada.
-          Muchas gracias, nos hace falta un descanso.
Tras varios días en Noruega y tras visitar diferentes lugares del país, decidieron que era el momento de finalizar su aventura, llevaban un montón de días fuera y echaban de menos a sus amigos y familiares, además, ya habían conseguido su objetivo de atravesar Europa, de una punta a otra.
Se dirigieron al aeropuerto los tres amigos y Peter le preguntó a sus compañeros si querían ir con él a Canarias. Esteban y Mathie, no tenían nada que los atara a sus ciudades así que los tres montaron en un avión con destino Tenerife.
Peter se dirigió a su casa en el parque junto con  sus dos nuevos amigos. Cuando llegaron Comodoro, Federico y Blanquipluma se sorprendieron mucho de ver a su amigo con vida, pensaban que no lo volverían a ver.
Finalmente, Peter le contó a sus amigos y al resto de animales del parque sus grandes aventuras y colorín colorado este cuento se ha acabado.

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