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En ambos vídeos, se hace referencia  al desarrollo de las inteligencias múltiples en los centros educativos y al fomento de la creatividad. Se aprecia las opiniones que estos personajes tienen acerca de la educación. Monserrat del Pozo dice que los colegios son gimnasios creativos y hace mención a las inteligencias múltiples, al desarrollo de la inteligencia creativa.
Tanto Monserrat del Pozo como el señor Robinson hacen hincapié en la importancia que tiene la creatividad en los niños,  en la autonomía personal y en los valores críticos que estos deben ser capaces de crear. Para que esto se lleve a cabo, los educadores están de acuerdo y argumentan que la creatividad es tan importante como la alfabetización. Los niños no tienen miedo a equivocarse. Nosotros no debemos estimar los errores del niño, sino que no tenga miedo de cometer un error y a su vez aprenda de sus propios errores. Esto hace que el niño no muestre preocupación por equivocarse ni siquiera tenga miedo de ello. Por lo tanto debemos educar a la gente dentro de su creatividad humana y no fuera como hemos hecho a lo largo de los años.
Nuestro sistema educativo se basa en la idea de la capacidad académica, prestando mayor importancia al cerebro, es decir, la mayoría de los temas útiles se encuentran en la cabeza y no fuera de él. Sin duda, esta idea es claramente un error y este elemento erróneo se ha utilizado y se ha llevado a cabo siempre. Ambos educadores están de acuerdo en suprimir esta idea. Lo importante es la creatividad del alumnado así como, las inteligencias múltiples. La inteligencia humana tiene tres características:
1.      Es diversa, pensamos el mundo en todas las formas de experiencia, pensamos visualmente y pensamos en sonidos. Incluso en cuanto al movimiento lo pensamos en términos abstractos, pensamos en movimiento.
2.      La inteligencia es dinámica, es muy interactiva.
3.      La inteligencia es distintiva, el cerebro no esta dividido en compartimentos.
Por lo tanto se debe fomentar la creatividad humana y no jerarquizar las disciplinas académicas, es decir no señalar las artes en último lugar ni las destrezas artísticas y añadir en primer lugar las matemáticas, la lengua o cualquier otra destreza académica y teórica. No hay porque desprestigiar estas disciplinas o destrezas artísticas, acaso son inferiores o no requieren el mismo prestigio que las demás.
Por eso la educación es la base de todo, para el colegio de estos dos grandes educadores el error es la fuente de aprendizaje.  Lo importante es que ese alumno se comprenda a si mismo, tenga empatía, pensamiento critico y creativo. El colegio le motivará a que resuelva y plantee problemas con lo cuál no solo se prepara a niños con un alto estatus académico sino lo más importante formar a seres humanos creativos, que ellos mismos sean capaces de crear, de experimentar y de vivenciar nuevas formas de aprendizaje. El profesor es como un serpa es aquel que da la vida, este no juega el partido sino los entrena para que estos ganen el partido, se trata de una metáfora analógica para entender mejor en que consiste la educación. Como decía Montserrat del Pozo lo relevante es el papel que juega el  docente, dejar a un lado los estereotipos y valorar y apreciar la labor del profesorado.  Con todo esto lo que se quiere decir, es que el colegio tiene que desempeñar una función bastante importante y es la de abrir sus puertas, la de conocer lo que se hace, construye, crea en dicho centro. Por tanto conocer con exactitud lo que aprenden los niños, lo que hacen diariamente, las transformaciones que se llevan a cabo para conocer el currículo, las metodologías empleadas, la evaluación, el rol que juega el profesor y el alumnado, la organización del centro y los espacios de dicho centro.

No coartemos la libertad y creatividad del niño, no estanquemos su lado creativo, vivencial y experimental. Hagamos que disfrute aprendiendo, que se sienta motivado y que también sea crítico y reflexivo con todo lo que hace o sucede a su alrededor.


Como citó Robinson de Jonas Salk “Si todos los insectos desaparecieran de la Tierra, en 50 años habría desaparecido toda forma de vida en la Tierra, sin embargo si los seres humanos desaparecieran de la Tierra en 50 años todas las demás formas de vida podrían florecer”. Por lo tanto nuestra tarea es educar a la totalidad de su ser para así enfrentarse a ese futuro. 

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